Perfil

Mi foto
Ahora mismo, Guadarrama, Madrid, Spain

1 de abril de 2009

Alfonsín

Me imagino que hoy muchos blogs dirán lo mismo: murió Alfonsín. No sé cuántos de esos harán un relato conmovedor y lleno de anécdotas; no sé cuántos de esos harán referencia a los tiempos de su presidencia; no sé cuántos de esos hablarán de política... A mí la política me da igual, no entiendo de política, no me gusta la política, no sé de política.
Para mí, Alfonsín es un recuerdo de la infancia. Yo tenía 3 años cuando fue elegido presidente (¿4 ó 5 cuando mi mamá nos llevó a la Plaza de Mayo a apoyarlo contra los milicos que se querían levantar?), y 9 cuando cedió su lugar a Menem. Es decir, una nena. Pero en casa, Alfonsín era como uno más. Mi mamá lo nombraba tanto, se lo comparaba tanto con Menem (el único presidente argentino que recuerdo haber vivido, porque a De La Rúa lo voté pero me fui antes del país que él de la Casa Rosada en helicóptero), que era como si él mismo se sentara a nuestra mesa todas las noches.
Me acuerdo cuando un día, a la vuelta de uno de los viajes que tenía que hacer mi mamá por trabajo, nos contó toda emocionada que había visto a Alfonsín en un ascensor de no sé donde.
Hoy hay escritos sobre él en todas partes. La tele en Argentina me imagino que estará inundada de imágenes de Alfonsín, de discursos de Alfonsín, de gente llorando (¿y festejando?) la muerte de Alfonsín. Pero me impactó una cosa que leí en El País: "Alfonsín, el único presidente de la democracia argentina que no ha tenido que vérselas en los tribunales por acusaciones de corrupción, recibió en los últimos años de su vida el respeto de casi todas las facciones políticas, que le reconocieron finalmente su enorme tarea para asentar la democracia en momentos muy difíciles y su extraordinaria honradez personal".
Que triste que en España se destaque de un expresidente argentino que era "honrado".
Que triste que Argentina haya tenido solo un presidente honrado, de los 55 que tuvo a lo largo de la historia.
Que triste que haya habido un único presidente argentino al que no se lo haya acusado de corrupto.
Que triste, por eso, que haya muerto Alfonsín.

10 de marzo de 2009

Domingo Jarosero

Ya llegó la primavera, se acabaron los jerseys, y las chicas se liberan, del aprisonamiento del corsé!!!
Eso es, señoras y señores, llegó la primavera. Como cada año. Lo que no es tan habitual es que yo salga hasta altas horas de la noche un sábado. ¿Culpables? Reme y Rubén, claro.
Les cuento: yo vivía, en el bosque muy contento (estoy cantarina hoy, jejejejejee). No, yo estaba tranquilamente en casa, cuando mi mamá me dice: "Esta noche voy a invitar a pizzas a unas compañeras del trabajo, invitá a alguien vos también". La llamo a Mar, confirma que viene. La llamo a Reme, me dice que viene también. Tomi y Eva tenían cosas que hacer, Rubén estaba de cena familiar, así que, nada, reunión de chicas (éramos seis mujeres y mi papá, pobre santo).
Bueno, nada, cenamos, ji-ji, ja-ja, uy que sueño que tengo, cuando se irá toda esta gente, me quiero ir a dormir, ji-ji, ja-ja.
Como a las doce, empieza a retirarse la gente y la buena de Reme me dice "Rubén dijo que si acababa temprano nos llamaba para ver dónde estábamos". Así que, sin esperar que el caballero nos solicite, lo llamamos. Estaba en Móstoles, pero que lo pasáramos a buscar (¡por Móstoles!), que salía con nosotras.
Mar, ganas de salir, 0. Reme, ganas de salir, 0. Yo, ganas de salir, -80. Pero me dije que una noche es una noche, y pallá que fui (¡a Móstoles!, más de 50 kilómetros de coche). Llegamos a Móstoles, recogimos a Rubén y nos dice las diferentes opciones de planes que había (Rubén es un chico con muchos recursos). La frase, en plan muletilla, que repetía cada vez que exponía un plan era "hay gente de 30 años". Reme y yo estamos solteras, pero tampoco es cuestión de andar con el hacha de guerra todo el día! Nada, que nosotras íbamos a salir tranquilamente, pero no a cazar.
Al final (ya era como la una de la mañana, y yo, ¡en Móstoles!), optamos por ir a Fuenlabrada (15 kilómetros más lejos de mi casa!), donde estaban Sandra con su nuevo novio ("yo tengo curiosidad por ver al novio de Sandra" fue la frase rubenística que nos llevó a Fuenla) y unos amigos ("el novio de Sandra tiene 30 años, así que los amigos, andarán por esa edad", otra frase del muchacho). Estaban en... Chachachacháaaaaaaaaan... ¡Un bar heavy! Yo, en Fuenlabrada, a la una y pico de la mañana, para ir a un bar heavy! Ya era mucho esto... Lo peor, es que íbamos Reme y Rubén en un coche, guiando, y yo, en mi C3, atrás. Dimos 74289 millones de vueltas por Fuenlabrada. Yo los llamaba y les decía "Reme, por acá ya pasamos ochenta veces...". Hasta que, harta de dar vueltas por Fuenlabrada (y de dar vueltas yo en mi cabeza, que no pasó ni un pensamiento bueno en ese rato), lo llamé a Rubén para decirle que me indicara como salir a la M50. No me dejó ni decir "hola", que me dijo "aparca en el primer hueco que veas, que ya estamos cerca". Bueno, nada, a aparcar... Y a esperar, porque tardaron un rato en venir a buscarme (Reme me confesó después de que se habían vuelto a perder! Que desastre de juventud...).
Y ahí estaba yo, en Fuenla, para ir a un bar heavy lleno de desconocidos. Entramos al lugar y salimos porque nos echaron. Vamos, que lo pasé muy bien. Había mucho humo, nos dieron una paliza al futbolín, pero lo pasé bien, a pesar de todo. Cuando cerró, la gente decía de ir a otro lugar, pero después de ir cerrando tres bares más, decidimos emprender la retirada.
Llegué a casa sobre las seis y media de la mañana. Me duché (no puedo con el humo, el olor se me impregna y me tengo que duchar, sea la hora que sea) y me acosté con mi mamá a las siete de la mañana (Mar estaba en mi cama). Yo tenía la sana intención de levantarme el domingo temprano a sacar fotos, pero Reme y Rubén frustraron mis planes.
Me levanté (que no desperté) a las doce y me fui a La Jarosa con mi mamá y Mar. Estoy llegando cuando suena el teléfono: Reme.
- Hola.
- Hola, estoy en Guadarrama.
- (Sorprendida y alegre) ¿Qué hacés acá?
- Nada, estoy con un amigo, y los escuché hablar tanto de La Jarosa, que acá estoy. ¿Cómo hago para ir a La Jarosa?
- ¡Yo estoy en La Jarosa! ¿Por dónde estás?
Bueno, y siguen las explicaciones (con subida al puerto de los Leones incluida, jajajaja), hasta que llegan Reme y su amigo (Juanma) a La Jarosa.
Otra vez, nos lo pasamos fenomenal. Nos los llevamos a todos a comer a casa, hicimos sobremesa hasta las seis de la tarde, hablando de bichos, de venenos de bichos, de cosas varias. Bah, en realidad, el que habló fue el que tenía vergüenza de ir a la casa de desconocidos, los demás lo escuchábamos boquiabiertos con lo que sabe "el nene".
También hice alguna que otra foto, que adjunto. La entrada es casi toda de la noche del sábado, aunque el título es de La Jarosa porque nos lo pasamos muy muy bien.
La Jarosa, con un montón de agua y montañitas nevadas detrás.
Mar, contando los anillos del pino...
Y sintiendo lo bien que olía.
Stancito, infaltable.
La Reme.
Reme y Juanma (alias, "nene", gracias a la bautizadora oficial).
Uka Shaka, Uka Shaka...

Ya las tengo todas

Ya está, se acabó la espera. Dos aprobados y cuatro notables más tarde, acabé el cuatrimestre. Mi cuarto primer cuatrimestre de la carrera. Y me quedan aún dos más!
Alguno dirá "joder, que bien, no te quedó ninguna para septiembre"... ¡¡¡Error!!! Quedarme no me quedó, pero me voy a presentar a biogeografía, ¡a por la matrícula de honor! Matrícula, como mínimo. Jajaajajaa, estoy loca. Y dependiendo de como se dé el segundo cuatrimestre, puede que me presente a sensores (5,3 saqué). No me gusta nada esa asignatura, pero no es difícil, y la verdad que si me aplico un poco, puedo sacar buena nota. La cagada es que el examen es a las 11:30 de un sábado de septiembre... Tiene todas las papeletas para quedarse con el 5,3, yo creo.
La cosa quedó así:
  • Sensores: 5,3.
  • Biogeografía: 5,6.
  • Entomología: 7,1.
  • Ingeniería ambiental: 7,8.
  • Meteorología: 8.
  • Diversidad (botánica): 8,7.

6 de marzo de 2009

Ouch...

6,38... No, no es la nota nueva que me dieron, es lo que se me queda, por ahora, como media de la carrera, gracias al asqueroso 5,6 que me saqué en biogeografía... Había logrado llegar al 7,16 de media y ahora, de golpe y porrazo, estoy como cuando empecé el curso. Todos los notables, como si no existieran... :'(
Voy a ir a hablar con el profe, a ver que mierda es lo que hice tan mal (esperaba, al menos, otro ocho), y, si puedo y no me quedan muchas para septiembre, la repito. Este año tengo que acabar con una media de 7!
Pero bueno, así como publiqué las buenas notas, publico esta. Sensores la tendré el martes; calculo que habré sacado un 6 ó 7...

3 de marzo de 2009

¡Toma ya!

Yo creí que no era posible, pero ¡sigo subiendo! Botánica (o sea, el primer parcial de Diversidad) la aprobé con 8,7! Con nada que me esfuerce en el segundo cuatrimestre, un sobresaliente! Lucía, serenate, bajá a la Tierra, te conformabas con un cinco y ahora vas a por el sobresaliente... Bajá un cambio, piba, que el cuatrimestre es largo y todavía no empezaste a estudiar.
Me quedan dos: sensores y biogeografía.
Jejejeje, ya les contaré la cara que se le queda a Rubén cuando vea mi nota de diversidad... Él estaba indignado porque la última vez que quedamos a estudiar en la biblioteca, justo el domingo antes de la segunda semana de exámenes, yo me puse a mirar los libros del segundo cuatrimestre porque no sabía qué más estudiar. Evidentemente, me quedaban cosas por estudiar, sino hubiera sacado un diez en todas, pero estaba saturada ya.

Notable al cubo

Jejejee, otra nota, otro notable... Esta, en meteorología, un 8 redondito.
Así que, recapitulando:
Entomología: 7,1.
Ingeniería ambiental: 7,8.
Meteorología: 8.
Cada nueva nota que me dan es más alta que la anterior, a ver si sigo escalando! Jajajajaa. Aunque no creo que en las tres que me faltan vaya a sacar más de un ocho... Más bien, menos, pero bueno, habrá que seguir esperando un poco más.

2 de marzo de 2009

Se va la segunda...

Sí, bueno, es lo que toca, unos cuantos posts con mis notas. Pero este, pasará a la posteridad. Porque conseguí lo que creí imposible: aprobé bases de la ingeniería ambiental! Y claro, muchos dirán "¿qué es eso?". Pues eso mismo me pregunto yo. Es una asignatura que podría ser muy bonita e interesante, pero que es muuuuuuuuuuuuy complicada, dado que el libro es ininteligible y hasta en los enunciados mismos del examen había errores. Va de ingeniería química, fluidos compresibles e incompresibles (sí, también incomprensibles), procesos de tratamientos de aguas y suelos... Eso, que podría ser muy interesante, pero la cruda realidad es que es una de las asignaturas difíciles de la carrera. Y yo, acabo de aprobarla. Y todavía estoy sorprendida, feliz, emocionada... Oh, que momento más bonito. Se me pianta un lagrimón.
El viernes pusieron la nota de esta asignatura y figuraba con el examen aprobado, pero con la asignatura suspensa dado que no figuraban mis prácticas (obligatorias). Yo las había hecho en Málaga hace dos cursos y temía que las hubieran perdido. Mandé un mail corriendo al equipo docente, explicándoles la situación y me pasé todo el fin de semana rogando que aparecieran.
Hoy llamé (súper pesada, jajajaja):
- Buenos días, ¿Vicenta Muñoz?
- Sí.
- Soy Lucía Fernández, alumn...
- Ah, de Málaga, ¿no?
- No, bueno, las prácticas las hice en Málaga, pero...
- Sí, sí, el curso 2006/2007, ¿verdad?
- (Joder, me tienen fichada). Eso mismo.
- Si me esperas 30 segundos, justamente estábamos mirando eso.
- (Si me hubieran dicho que esperara 30 horas, las esperaba igual). De acuerdo.
- ...
- ...
- ...
- Buenos días, ¿Lucía? Soy Ángel Maroto, también profesor titular de esta asignatura (con esto de que es a distancia, no nos conocemos los nombres de los profes).
- Hola, profesor.
Y se escucha de fondo "Aquí; Lucía Fernández; notable".
- Si, ya tenemos la nota final, un notable.
- Pero, ¿y el tema de las prácticas? ¿Aparecieron entonces?
- Sí, todo en orden.
- De acuerdo, gracias (en ese momento, entendí a Penélope Cruz cuando subió a recoger el Oscar).
Y así fue como me enteré de que, finalmente, aprobé ingeniería!!! El año que viene me tengo que poner las pilas con física I y II, que son de la misma calaña que estas, pero con ingeniería aprobada, las encararé con muchas más fuerzas!!!
Todavía me quedan cuatro notas por conocer, así que, seguiré escribiendo!

25 de febrero de 2009

Notable

Increíble pero real.
El viernes de la primera semana de exámenes, hice el de entomología. Salí sabiendo que había suspendido y que me la tendría que preparar para septiembre. Después del examen de diversidad (el lunes de esa misma semana), no había tenido fuerza para seguir aprendiendo nombre de bichos, saturada ya, así que no me sorprendió salir del aula esperando un suspenso.
Sí me sorprendió cuando, una semana después, veo en la secretaría virtual que me había puesto un 6,6 en el examen!!! Wow, menudo alegrón. No lo podía creer. Todavía me faltaba entregar la parte práctica (20% de la nota final), pero había aprobado entomología!!!
Una vez entregado el trabajo (puntuado con un 9,2 muy bonito), se me quedó la nota en un muy digno 7,1! El primer examen cuyo resultado conozco cumplió mis expectativas de subir mi media (que anda por el seis y pico, si mal no recuerdo). A ver si puedo terminar el año con una media de 7, que es lo que me propuse a principio de curso (claro que, en esos momentos, una no es muy realista, siempre apunta más alto de lo que llega a conseguir, pero vamos a ver si lo logro).




26 de enero de 2009

Yincana para estudiar un finde en la UNED...

Estamos con el cerebro como para estas cosas, hombre, eso no se hace.
Ayer, domingo, abría la biblioteca del centro asociado de Las Rozas, y allá que nos fuimos a estudiar. Bueno, eso creía yo, porque la UNED tenía una yincana preparada para mí.
Yo, como siempre, llegué tempranísimo (media hora antes), y me disponía a tomar un tecito en la cafetería mientras esperaba que abriera la biblioteca. Jáh jáh, ilusa de mí.
No llovía todavía (aunque sí me había llovido por el camino, poniendo a prueba mi destreza para conducir a ciegas, dado que el lunes pasado le fundí el motor al limpiaparabrisas y hasta el miércoles no me lo arreglan. El truco de la patata, consistente en cortar un tubérculo por la mitad y pasárselo al cristal para que escurra el agua, funcionó durante 5 kilómetros. El viento y la lluvia lo lavaron en 2 minutos dejándome, otra vez, como si nada) cuando me acerqué a la puerta de entrada y un críptico mensaje ponía "Entrada al centro por la puerta de abajo, a la vuelta". Fin. A la vuelta. ¿Qué vuelta? Puerta de abajo. ¿Hay otra puerta para entrar? Como evidentemente la había, elegí un camino (hacia abajo, a mi derecha) y rodeé el edificio. Puertas había muchas. La de la cocina, la del cuarto de contadores, la del sistema de climatización, la de... La de nada más. Muchas puertas, y todas cerradas. Sin siquiera un mísero picaporte para probar suerte. Me fui para el otro lado (hacia arriba, a mi izquierda), hasta que rodeé 8 veces el lugar. Así pasaron 15 minutos. 15 solitarios minutos, sintiéndome como una tonta. Cada vez que pasaba frente a cafetería, con sus luces y sus promesas de tecitos calentitos, me entraba una morriña...
Menos cuarto llegó más gente. Una parejita que no sabía si iba para la biblioteca, y un chico que, definitivamente, iba para la biblioteca. Lo esperé y lo abordé:
- Gentil caballero, ¿va usted a la biblioteca?
- Hermosa dama, hacía allí se dirigen mis pasos.
- Oh, ¡mi héroe!, tú podrás guiarme, dado que no he encontrado aún la entrada a la cueva.
- Sígueme, perfecta joven, que juntos lo lograremos.
Así que lo seguí. Mi príncipe azul tenía tanta idea como yo de por donde se entraba. Pero bueno, al menos iba más entretenida, hablando con este muchacho (de Chamberí, que está en primero de derecho y que se viene al culo del mundo a estudiar porque en las bibliotecas del centro hay mucho niñato ruidoso). Los otros dos también estaban probando distintas combinaciones: "¡Ábrete Sésamo!" se escuchaba de cuando en cuando (íbamos al loro, por si Sésamo se abría, pero nada), "¡Alohomora!", "Ábrete, puta puerta", aderezado con unos cuantos golpes y exclamaciones de fastidio.
Poco a poco, las tinieblas de mi mente se fueron disipando, porque me dí cuenta de que estábamos en el SXXI (equis equis palito) y que había algo que se llamaba móvil. Llamo a Tomi (que para eso casi que vive en la UNED, seguro que conocía las palabras mágicas para entrar) y no me lo coge. Llamo a Rubén, quien tiene mucha maña y sabe de tó; no me lo coge. Llamo a Sandra, que, en teoría, estaba de camino junto con Rubén, y me lo coge, pero Rubén se había quedado frito (es muy mañoso, sí, pero muy dormilón también), así que, la respuesta seguía esquivándonos.
En el medio de la lluvia (nos había dado tiempo hasta a que cambiara el tiempo de tanto buscar la "puerta de abajo"), mi cerebro seguía dando chispazos: Manolo, el de la cafetería. Las veces que me había asomado no lo había visto (bueno, vale, la primera vez sí, pero yo, toda superada, no necesitaba que me indicaran donde estaba la puerta de abajo y no había preguntado), pero seguro que era cuestión de tiempo que apareciera. Y así fue. La cafetería tiene unos ventanales enoooooooormes que dan a una especie de patio (amurallado) donde nos sentamos en verano a disfrutar del solecito serrano, así que no era fácil llegar hasta Manolo. Pero nuestra paciencia se vio recompensada porque Manolo, nuestro salvador, nos indicó, con grandes aspavientos "es para allá, para allá". Aaaaaaaah, ¡para allá! ¡Haberlo dicho antes! Y, efectivamente, allá se abrió una puerta. SE ABRIÓ. Cuando pasamos las 80 veces anteriores estaba cerrada (y sin pomo, sin picaporte, sin manilla, sin como lo quieran llamar, para abrirla). Logramos entrar, acreditamos nuestra condición de estudiantes (agotados estudiantes) mostrando el carnet al segurata (que ya podría haber abierto la puta puerta quince minutos antes, digo yo), dejamos nuestras cosas en la biblioteca y el príncipe me dice "creo que nos merecemos un café". No pude estar más de acuerdo, así que la yincana terminó cuando me senté, media hora más tarde y con un completo desconocido, a tomar un café (un té) en la cafetería de Manolo.

21 de enero de 2009

Alive!

Estoy viva. Sí, de verdad, lo estoy. Desaparecida, pero viva. A ver si retomo un poco esto, que desde octubre pasaron muuuuuuuuuchos meses.
Actualmente, como cada enero desde hace unos años, estoy inmersa en los libros. Inmersa, literalmente. Tengo seis asignaturas para este cuatrimestre (en 5 días el examen de diversidad; en 8, el de meteorología; en 9, entomología; en 20 el de sensores; en 21 el de ingeniería y 23 días para el de biogeografía) y solo con los libros de botánica sobre la mesa, no se me ve sentada en la silla! Que azco de Izco. Pero bueno, ya iré informando.
El primer paso, al menos, ya lo di. O sea, escribir algo, cualquier tontería, para sosegar mi conciencia.
Bye!!!