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Ahora mismo, Guadarrama, Madrid, Spain

7 de febrero de 2011

Hoy abrimos la cápsula del tiempo

   Esta mañana, en el colegio donde trabajo, abrimos una cápsula del tiempo. Los alumnos, padres y profesores de 2010, cuando se inauguró el cole, nos dejaron una caja llena de objetos representativos de aquellos años: 
  • una lata de Coca-Cola (¡increíble lo poco que han cambiado!), 
  • un dólar, un euro (de los antiguos. Que raras se me hacen ahora esas monedas) y ¡una moneda de 25 pesetas! (hace 28 años que ya no circulan, pero, ¡todavía se escucha, de vez en cuando, aquello de "son seis mil pelas"! ¿Necesitaremos otros 30 años más y otro cambio de moneda para que se deje de hablar de pesetas? Jajaja, somos asombrosos), 
  • un peluche de Bob Esponja (era un personaje de dibujitos bastante popular entonces),
  • un móvil "de última generación" (tecnología punta, con realidad aumentada y todo. Eran los comienzos, y no estuvo mal el desarrollo que tuvo el cacharro. Después de todo, es gracias a ello que podemos impartir clases en casi todos los puntos del planeta, evitando que los niños tengan que desplazarse demasiado para poder aprender), 
  • un folleto de un coche (Nissan Leaf. No lo conocía yo ese coche. Al parecer, era uno eléctrico con una autonomía, atención, de ¡175 km! Los de ahora no tienen tanta, ¿para qué? Desde que se comenzaron a implantar, en 2022, las carreteras solares y los dispositivos para cargarlos con la energía solar, las baterías dejaron de tener tanta importancia, así se redujeron costes, peso y residuos. En algo más de 5 años, casi todo el parque de vehículos de España se reemplazó),
  • una muñeca Barbie (el año pasado se cumplieron los 70 años de esta muñeca. Eso sí, las de ahora ya no son de ese plasticorro y salieron nuevos modelos. Ya no se inculca a las niñas el ser súper delgada, rubia y famosa. Por suerte. Las de ahora son de materiales reciclables y parte de la diversión es llevarlas a los puntos de recogida para enviarlas a niños con menos recursos. Algo hemos avanzado),
  • un disco extraíble con documentales, series y películas (de Félix Rodríguez de la Fuente, pelis de Disney, ¡hasta algún capítulo de Friends y de Lost! Esos tienen que haber sido los padres, porque yo también lo veía. Había dibujos de Pocoyó, de Bob Esponja, de Pokémon, de Los Simpson... Tenemos ahí para hacer todo un documental sobre la vida de un niño de principios de siglo, ¡puf!),
  • una piedra (no sabemos quién pondría una piedra ni la razón... Pero ahí estaba),
  • un envoltorio de Chupa-Chups (era una marca de piruletas),
  • unas semillas (con los niños las vamos a plantar... ¿Saldrá alguna? Sería lindo, ya les contaré),
  • unas gafas, que al parecer eran para ver pelis en 3D en el cine. Al principio no me acordaba, pero creo que sí, que era para eso... Pero hacían doler la cabeza y se veía todo oscuro. Ya no necesitamos de esos artificios para ver las pelis en 3D, ¡si hasta muchas veces se proyectan en ambientes que recrean a los de las películas!,
  • un CD con un juego de ordenador (bueno, de videoconsola, de la Wii o algo así. Ya no podemos reproducirlo, así que no sabemos bien como se jugaría. Nuestros niños tenían mucha curiosidad por esto),
  • un mapa de la zona de Guadarrama, con los límites del Parque Nacional marcados. Es interesante ver ese plano, ahora el pueblo es más pequeño que el parque. Había también otro mapa, de la Península. ¡La línea de costa sí que cambió! Pensar que hace unos 25 años yo viví en Huelva... Ahora sería imposible vivir en la capital, ¡a menos que tengas unas buenas escafandras! (de acuerdo, lo de las escafandras me quedó un poco de vieja... La edad, que no perdona),
  • una entrada usada al zoológico de Madrid. Imagino que los habrían llevado en ese primer año de andadura del colegio. Nuestros alumnos ahora los gorilas los ven en los libros, en sus sueños, en la tele. Lo mismo con los elefantes, los osos polares, los koalas... Por no hablar de las miles de especies de mariposas, escarabajos, ranas, serpientes, tortugas, ... Tantos y tantos animales y plantas que ya no están o que están muy cerca de extinguirse. Otros, sin embargo, se recuperaron. Pero sí, la diversidad ya no es lo que era hace unos años, y
  • una foto de los chavales de 2010. Eran pocos, porque este colegio comprendió pronto que era mejor tener pocos alumnos y poder dedicarles más atención (lo que es la tendencia ahora, en 2010 era toda una novedad). La foto está sacada en Madrid, con la sierra al fondo. ¡Había nieve! No mucha, pero se veían las cumbres blancas. Me encantaba cuando nevaba... Ahora, para ver nieve, hay que desplazarse bastante, ya no la tenemos tan cerca. Y lo que tampoco tenemos cerca, por suerte, es esa nube horrorosa que cubría Madrid. En la foto se distingue perfectamente la famosa "boina". Aunque, más que una boina, era un sombrero de mariachis, ¡qué cantidad de humo! 

   Todo esto me llevó a pensar en lo que cambiaron las cosas en apenas 20 años. La capa de ozono terminó de cerrarse, pero no llegamos a tiempo a parar el calentamiento global (¡todavía se discute si es cierto o no!); el decrecimiento, que empezó como una corriente alternativa, "de hippies", de trasnochados, se hizo fuerte y ahora es la mentalidad imperante. A mí, personalmente, ya no me hace falta preguntarme, como hace unos años, si realmente me estaba comprando lo que fuera por capricho o por necesidad. Ahora ya me sale solo. Mis hijos, que crecieron con ese pensamiento, lo tienen aún más fácil. 
   Por cierto, tanto Nahuel como Daphne van al instituto donde yo trabajo. Son unos 15 alumnos por clase; se les enseña historia, matemáticas, geografía, educación cívica y también se les enseña a cuidar de su huerto y de sus animales (tienen ovejas, conejos, patos, gallos y gallinas ahora. También tuvieron un tiempo una cabra, pero nos la llevamos a otro sitio. ¡Ah!, y un axolote. La pecera se la limpian por turnos, así les enseñamos a ser responsables). Hace unos días, después de las inundaciones que hubo en Levante, me llegaron con una bolsa llena de su ropa y una petición: juntar ropa, alimentos y mantas para enviar a los damnificados. Les pregunté qué maestra les había dicho que hicieran la colecta, para hablar con ella y organizarlo, y me dijeron que habían sido los propios alumnos los que lo habían pensado. Las desgracias que ven en la tele no les son ajenas. Tengo confianza en que estos niños que hemos educado puedan ahondar en el cambio que se produjo en los primeros años del siglo.
   Si me hubieran preguntado en 2010 (ó 2011) cómo vería el 2030, no sé qué hubiera puesto. Yo me imaginaba un futuro mucho más negro (gente yendo con mascarillas por la calle, catástrofes naturales todos los días, hambre, desigualdades) y aunque aún nos quede mucho camino por recorrer, creo que las bases están bien asentadas.

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II Semana de la Sostenibilidad, Eje #SOStener: "¿Cómo ves la vida dentro de 20 años?".

6 de febrero de 2011

Canciones

   La verdad es que no soy muy musical. Por ejemplo, no tengo ni una sola canción en el portátil. Ni un solo CD en toda la casa (en el coche sí, unos 20 o así). Prefiero la radio ya, que pasan más variedad, antes que escuchar un solo CD de un único artista, pero hay ciertas canciones que tengo muy asociadas a momentos, instantes, concretos de mi vida. Y allá van, sin ningún orden concreto, sino según me van saliendo:

1. Lucía, Joan Manuel Serrat
   Bueno, esta era obvia. Me gusta más la versión de Rosario Flores, pero si me llamo Lucía, es por Serrat. Lo sé desde siempre, desde que mis papás me contaron por primera vez que se enamoraron de esta canción y decidieron, por unanimidad, mi nombre (la decisión de mi segundo nombre no fue tan unánime, jajajajaja). Pero no fue hasta mucho tiempo después, en casa de Fer Fodrini (en Rosario, con 18 añazos) que no la escuché. Esta canción no me trae ningún recuerdo particular, pero si voy a hacer una especie de “banda sonora de mi vida”, no puede faltar. “No hay nada más bello que lo que nunca he tenido, nada más amado que lo que perdí”. Adoro esa frase.

   Puf, ¿tendría yo 17 y él 13? No, no me suena... A ver, San Google me saca de dudas: yo 19, Pablo, 15. 27 de noviembre de 1999. Luna Park. Concierto de Blur. Pablo y yo, sentaditos muy modositos en nuestras butacas. Suenan los primeros acordes y los primeros “yuuuujuuuuuuuuuuu”. A la mierda la decencia, a la mierda las butacas, a la mierda todo lo que no fuera saltar, cantar y chillar como locos con cada “yuuuuuuujuuuuuuuuuuuuuuu”. Un año y poco después, yo estaría en España. Fue el único concierto al que fuimos juntos. Tocarían todas las canciones, digo yo, pero Song #2 es mi hermano y yo pasando uno de los ratos más agradables que recuerdo. Jajajaa, ahora me vino a la memoria también una canción que inventamos con mi hermano (las manzanas no caen lejos del árbol, ¿eh?), que decía algo de la luna... Uy, no me acuerdo, espero que Pablo tenga mejor memoria que yo. Pero me acuerdo de eso, de inventarnos una canción y cantársela a mis papás.

3. Yes, I do; yes, I do
   Esta no tiene link, porque es una canción inventada. “Yes, I do; yes, I do, I looooooooooooove you”. La canción en sí no es gran cosa. Lo mejor era el baile que lo acompañaba, jajajajajaa. Y “On the ocean, please, zarigüeya”. Pablo, tenemos que subir un video a Youtube con papi y mami cantando y bailando esto. ¡¡¡Te lo encomiendo para cuando vaya para Argentina!!!

   Oooooooooooh, my love, my darliiiing, I've hungered for your touch. Así sonaba cuando entraba, del brazo de mi papá, a mi fiesta de quince. Obviamente, era la canción que más me gustaba entonces, y me sigue gustando ahora. Un poco harta de la canción en sí, pero no de la emoción que sentía cuando mi papá y yo flanqueábamos la puerta, con el camino lleno de amigos a ambos lados, e iniciábamos la fiesta bailando un vals. Yo, con mi vestido blanco, mi papá, todo elegante con su traje y orgullosísimo de presentar a su hijita, que se convertía en una mujercita. La única fiesta de quince de la familia. Y empezó con esa canción.

5. Hey Jude, The Beatles
   Me retrotrae al colegio. Y es que cuando estábamos en sexto o séptimo (11, 12 años), nos enseñaron a tocar esta canción con la flauta y nos aprendimos la letra. Íbamos a representarla ante nuestros compañeros, maquillados y disfrazados para la ocasión. Mi mamá me había puesto un vestido todo setentero, cortito... Demasiado cortito, según la maestra de inglés, que me dijo que cómo se me ocurría vestirme así, que me fuera a cambiar de ropa...

6. La vida es un carnaval, Celia Cruz
    Esta canción me lleva a Rosario. Estaba de moda el año que hice biotecnología y me acuerdo como si fuera hoy que Nico Paz y ¿Cecilia? la cantaban todo el rato, se morían de risa con ella... Y me acuerdo también de Mario (¿qué será de la vida de ese muchacho? ¡Qué coco que tenía!), en una fiesta que hubo en la facultad, todo sonrisa y todo simpatía, sacándome a bailarla. “No hay que llorar, que la vida es un carnaval, y las penas se van cantando, ooooh ooh aaaaaaaaaaay, no hay que llorar”.

7. (Everything I do) I do it for you, Bryan Adams
   Cuándo éramos chicos, pero empezábamos a dejar de serlo, nos reuníamos en la casa de alguno y los chicos llevaban bebidas y las chicas nos hacíamos cargo de la comida (¡viva la igualdad! Jajajajajaja). Nos pasábamos toda la tarde tonteando, jugando lo mismo a la escondida (escondite) que a la botellita (no, papi, yo no jugué nunca, siempre me daba miedo que descubrieras que había jugado y que me había tocado darme un piquito con alguno y pensaras mal de mí) o a verdad-consecuencia (a esto sí jugaba, era divertido inventarse maldades para los que preferían "consecuencia"). Y, además de comer y tomar Coca-Cola, bailábamos. Me acuerdo que bailábamos ¡Twist!, rock, pop, lambada... Hasta que llegaban los lentos. Era la parte preferida de los chicos (y de las chicas, que participábamos con nuestros codos y nuestro "las manos en la cintura" para imponer la distancia marcada por nuestros padres, mientras que dejábamos que los chicos que nos gustaban nos acercaran un poco más hacia sí). Una de las que no podía faltar era esta. Para los que no se acuerden, hay un silencio casi al final, y después sigue unos pocos acordes más, y siempre, SIEMPRE, en ese espacio, Bruno soltaba un brazo de la chica con la que estuviera bailando para recordarnos que "¡¡¡todavía no terminó!!!" y que aún nos quedaban unos minutitos más en brazos de nuestra pareja.

8. Too much love will kill you, Brian May
   Esta es muuuuuuuuuuuy buena. La canción en sí no es que me diga mucho, pero la historia que trae detrás es muy tierna. Estábamos en el cole. En mi casa nos solíamos juntar mucho, era un punto de reunión bastante frecuente. Aquella vez, a saber porqué, estábamos Tommy, Vale y yo en casa. Tommy salió y Vale y yo, que nos olíamos lo que pasaba, lo seguimos. Se había ido a comprar cigarrillos. Lo que temíamos, se convertía en realidad. Tommy fumaba. ¡Era muy joven para fumar! ¡Eso lo iba a matar! Lo queríamos muchísimo, no podíamos quedarnos de brazos cruzados viendo como tiraba su vida por la ventana. Tampoco queríamos ser muy directas, ¿cómo podíamos hacerle ver que no tenía que fumar? Brian May nos iba a ayudar. Reemplazamos el "too much love will kill you" por un muy directo "too much smoke will kill you". No funcionó, pero la intención era buena.

9. Don't want to miss a thing, Aerosmith
   Esta canción es Junior, esta canción es IRC, es noches (muchas noches) en vela chateando. Tendría 18 años, aprox, cuando Junior escribía como yo (con mis letras azules y mis signos de puntuación) y yo escribía como él (nos intercambiábamos los nicks y todo; así de compenetrados estábamos). Esta canción es también Junior en Rosario, es la orilla del río. Son un montón de charlas... Esta canción siempre me recuerda a Diego. La verdad es que era una amistad súper bonita la que teníamos. Primero Rosario y después todo un continente nos alejaron, pero lo sigo queriendo muchísimo y voy siguiendo sus aventuras por Facebook (con sus papers, su retoño, su grupo de música). Sí, me gusta esta canción. Blah.

10. Valiente, Vetusta Morla
    Esta es la incorporación más reciente a mi BSO. Bueno, creo que todas las de Vetusta Morla están asociadas a buen rollo, a alegría, a felicidad, a frescura, a locura, a coger al toro por los cuernos y a perseguir mis sueños. "Porque ser valiente no es solo cuestión de suerte", Vetusta Morla me recuerda momentos de conocer gente muy interesante, muy querida para mí, momentos de "disfrazar, seducir, ponerme guapo para tí" para descubrir que no hace falta ni disfrazarse, ni seducir, ni ponerse de ninguna manera para tirar para adelante, aprovechando cada momento para crecer, quedándome con lo mejor de cada persona e ignorando (y/o aceptando) el resto.

11. Himno español
   Llamará la atención esta canción. ¿El himno? Sí, señores y señoras, el himno español. Y por muchas razones. La primera, y por la que la incluyo en la lista, es porque Do, Sol, Mi, Do, Sol, Fa, Mi, Re, Do, Do, Si, La, Sol. Fue la primer canción que aprendí a tocar en gaita, y por eso le tengo un especial cariño. Creo que fue la única que supe tocar entera, jajajajajaa. Pero bueno, ahora, cuando llevo casi 10 años viviendo acá (ya no queda ná, fue en marzo), la verdad es que me siento como si hubiera vivido en España toda la vida (no, argentinos de mi alma, no reniego de Argentina, ni me olvido, ni nada, es solo que me siento acá muy cómoda y muy "en casa"). Y porque, además, el mundial está aún muy reciente y como vi todos los partidos de La Roja, con su himno sin letra, esta melodía me recuerda al gol de Iniesta, a las celebraciones posteriores, al miedo de Stan y el pasotismo de Lisa ante los petardos del festejo. Pero, vamos, que la hubiera incluido igual, porque, como digo, DO SOL MI DO FA MI RE DO DO SI LA SOL, ...

12. Love of my life, Queen
   La canción más llorada habida y por haber. Dicen que el mundo se acaba en 2012, pero el mundo se acababa en 1992. Terminábamos el primario, nuestros amigos se iban a otros colegios a hacer el secundario y no nos íbamos a ver más. Después de muchos años juntos, solo nos quedaba el viaje de egresados a Esquel, y, más allá, la nada, la muerte, el vacío absoluto. Con quienes compartíamos día, comidas, peleas, enamoramientos... La vida, con 12 años, ya no tenía sentido. Durante todo ese año, en coro (¡con Omar!) preparamos muchas canciones, pero la última era “Love of my life”. Maga de soprano, como siempre, con esa voz y esa presencia que años más tarde la llevarían a protagonizar La Bella y la Bestia, los demás acompañándola y haciendo el resto de voces. ¿Había alguien al piano? De eso no me acuerdo. Pero sí me acuerdo de estar frente a todo el colegio, padres, alumnos, profesores, directora... Cerrábamos el acto de fin de curso, con nuestros uniformes de cuadrillé rojo y los jeans, y las caras más rojas que las camisas. No podíamos cantar. Me acuerdo de Karen, la hermana de Pame. Ella no acababa aún la primaria, pero también lloraba. Todos llorábamos. No pudimos terminar de cantar, la mayoría de nosotros. Obviamente, nuestras vidas no acabaron ahí, después vino el viaje de egresados, la secundaria (¡con muchos de los compañeros de la primaria a los que creíamos que no volveríamos a ver!), la facultad, Rosario, España... Pero ese caluroso día de diciembre, mientras cantábamos en la galería del colegio, no veíamos salida a nuestra congoja. Cuando escucho esta canción, pienso en el cole y en la amistad y unión tan bonitas que teníamos.

13. Losing my religion, REM
   Uy, que se me había olvidado anoche de agregar esta. Y esta es Rosario también; Claudio  (el "anteojudo pelotudo", jajajaja) frente al ordenador de casa, buscando partituras para tocar con la guitarra, todos alrededor, cantando voz en cuello, dándolo todo con el "I thought that I heard you laughing, I thought that I heard you sing, I think I thought I saaaaaaaaay youuuuu try". Y Cris, y Rama, y Mauro, y la Peli, y Fer, y Cachito (Cachito's office), y Leo, y Sebas, y Vero, y todos aquellos buenos momentos que pasamos cantando en mi casa (la casa del pueblo. Medio Rosario tenía llaves de casa y no era raro que, al llegar de pasar un fin de semana en Buenos Aires con mis papás, me encontrara gente ahí).

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Actualización del 08/02/2011: pulitaroxxx también hizo su historia de Canciones, como dijo en el comentario. Por si alguien quiere conocerla un poco más, leer sus anécdotas y/o cotillear su blog, ahí les dejo el enlace.

3 de febrero de 2011

Frases de madre

   Mi mamá es un gran personaje. Quienes la conocen, lo pueden asegurar. Y los que todavía no lo hacen, podrán vislumbrarla a través de este gran recopilatorio de "Frases de madre". Podría hacer otra de "Frases de hermano" o de "Frases de Padre" (jajajaja, "¿y la tapita?"), pero hoy le toca a ella. Esto nos hará reír más al entorno familiar que a los demás, pero ahí va.
   La de "x cubo" ya la conté, no me repito, pero fue un gran momento que no puede faltar. Joder, ¿que no la conté? La estaba buscando en el blog, juraría que ya la escribí, pero veo que estoy peor que mi mamá, ajajajajaja. 
   Bueno, resulta que, como bien saben los estudiantes, llega un momento en que uno se agilipolla totalmente. Mi mamá no iba a ser menos, así que, subiéndose al colectivo (bus), después de una noche en vela estudiando matemáticas, en vez de pedir el billete, le dijo al conductor "x cubo". Nació así una estrella. Cuando decimos alguna pelotudez, soltamos el "x cubo".
   Otra mítica fue en unas vacaciones en Brasil (mi mamá, de vacaciones, se crece). Fuimos a un hotel en Río de Janeiro y, casualidades de la vida, al momento de entrar no tenían habitaciones disponibles de la categoría que habíamos pedido, así que nos mandaron a la planta de mega lujo. Pablo y yo éramos chicos, y flipamos con el minibar, saltábamos por las camas, estábamos desatados. Mi hermano agarró un brick de algo como el Nesquik y mi mamá, toda alarmada por la posibilidad de manchar la lujosa habitación, le soltó: "Pablo, cortá una rodaja de Nesquik con el cuchillo, no vaya a ser que se caiga al suelo y se rompa la alfombra". Jajajajajajajajajajaa.
   Otra de vacaciones. Jajajaa, esta va sobre el sentido de la oportunidad. Florianópolis. Vacaciones con los Demyda. Lavando los platos con una amiga de ellos, después de la comilona. Cacareo sin importancia, hablando de niños. "Ay, sí, es que claro, los hijos de los psicólogos están todos locos, son difíciles de tratar, como si los padres no les pusieran límites. Sí, se nota que Carlitos (por decir un nombre) es hijo de psicólogos. Y vos, ¿de qué trabajás?". La respuesta, se la imaginan. Mujer que se da la vuelta lentamente, aferrándose al plato que tiene en la mano, el delantal con gotitas de agua y jabón, mi mamá, repasador en mano, secando, levanta la cabeza al notar que no hay respuesta; casi se le cae el plato cuando de esa boca salió un "yo soy psicóloga".
   A veces, no es lo que dice, sino lo insistente que se ponga con el temita. Ejemplo A: cena (o comida, da igual) familiar. Todos sentados a la mesa del restaurante, y mi mamá le pregunta a mi hermano si quería una Fanta. "No, má, gracias". Al rato. "Pablo, ¿no querés una Fanta?". "No". "Dale, pedite una Fanta". "Má, que no quiero Fanta". Y así, en todas las combinaciones posibles, repetidas hasta el infinito, acuñaron el "Pablo, ¿querés una Fanta?" que todavía decimos alguna vez. Ejemplo B: reciente. Les mandé ayer un mail a mi papá, mi mamá y a Pablo, y las respuestas degeneraron, como siempre (es que Pablo y yo somos una influencia el uno para el otro). Al parecer, Pablo se va al Champaquí y mi mamá ya le preguntó 4279 trillones de veces que cuándo se va. Otra frase que promete ser mítica: "¿Cuándo te vas al Champa?". 
   Muchas veces dice pelotudeces. Pero ella sabe que suelta pelotudeces. Había un programa en la tele, que cuando un famoso decía una frase idiota, después decían, con una voz así como muy grave "Paquito Pérez" o "Julia Alsogaray". Así que, el "Mónica López" es lo que decimos (ya en la distancia) mi hermano y yo cuando se manda alguna de esas. 
   Y el otro día, la demostración inequívoca de que la vejez no la aplaca. Ayer fue el cumple de mi hermano. 27 añazos que cumple el mozo. Bueno, eso es lo que creíamos todos, porque ayer, toda segura ella de sí misma, le felicitó los 26...

Carta a Endesa

Iba a escribir un post, pero Mar Mayoral me acaba de enviar esto, y me gustó muy mucho. Bueno, lo del apagán del final no, no creo que sea una buena forma de protesta (¿qué alternativa nos queda?, por otra parte), pero corto y pego:

Carta de Endesa a usuario canario y respuesta de éste 
primera carta de amor)

“Estimado señor:
Endesa Distribución va a proceder próximamente a la sustitución de su contador de electricidad por uno nuevo que dispone de capacidad de Telegestión, en cumplimiento de la normativa vigente (RD 1110/2007 de 24 de agosto y Orden TC/3860/2007 de 28 de diciembre). El nuevo sistema de Telegestión permitirá entre otras funciones la lectura a distancia de su consumo. 
A lo largo del próximo trimestre, un operario autorizado por Endesa sustituirá el contador que usted tiene actualmente instalado. Si su contador se encuentra en el cuarto de contadores o es accesible desde el exterior de su vivienda, no será necesario que usted esté presente. En caso contrario, el operario se pondrá en contacto con usted para poder realizar el cambio de contador.   
El coste de la sustitución correrá a cargo de Endesa y usted sólo tendrá que abonar una cantidad en concepto de Derechos de Enganche, que según se establece en la legislación actual asciende a 9,04 euros. Por otra parte, el coste mensual de alquiler del contador a aplicar será de 0,81 euros.   
Si necesita cualquier aclaración sobre esta sustitución o desea realizar alguna consulta, puede contactar con nosotros dirigiéndose al Teléfono de Atención de Endesa Distribución Eléctrica 902 509 600. Estaremos encantados de atenderle.   
Agradeciendo de antemano su colaboración, reciba un cordial saludo”.   
II (respuesta. Segunda carta de amor)

“Estimados señores de Endesa Distribución:
He recibido su amable carta de fecha indeterminada (porque no la ponen) en la que me comunican una serie de hechos consumados basados, naturalmente, en que ustedes como monopolio hacen siempre lo que les sale de los electrones y a nosotros, como miembros de la honorable manada de borregos forzosamente consumidores, nos queda la única opción gozosa de pagar.   
Les dirijo esta carta porque en el texto que me han enviado, como a otros muchos miles de consumidores, supongo, existen algunas cuestiones que me han sumido en un estado de estupor, catatonia y asombro. O dicho de otra forma, que me han fundido ustedes los plomos.   
Porque vamos a ver. Me dicen ustedes amablemente que van a proceder a cambiarme “mi” contador de electricidad. Una cuestión bastante curiosa porque resulta que en el desglose de la factura que les pago a ustedes todos los meses les abono una cantidad en concepto de alquiler de contador. Y digo yo, ¿cómo es posible que les haya pagado un alquiler por algo que  era mío? ¿Habrán incurrido ustedes, mi querido monopolio, en un involuntario y pequeño error por el que me han estado cobrando indebidamente una modesta pero significativa cantidad a lo largo de los últimos años?   
Sigo adelante con la carta y observo que me cuentan ustedes que el nuevo contador permite la lectura a distancia (es decir, más gente al paro, me temo, maldita tecnología) lo cual, como fácilmente comprenderán, a los usuarios nos la refanfinfla. Dicho de otra manera, que me da igual que lean ustedes el contador a medio metro o desde las quintas chimbambas, a condición de que las lecturas sean las reales.   
Añaden que el coste de la sustitución -en cumplimiento de la normativa legal- correrá a cargo de Endesa. Y digo yo que faltaría más que nos cobraran a nosotros por algo que ni hemos pedido ni maldita la falta que nos hace. O sea, que les agradezco la información aunque me resulte irrelevante. Lo que me llena de asombro es que me indiquen que “solo” tendré que abonar “una cantidad en concepto de derechos de enganche que según la legislación actual asciende a 9,04 euros”. Vamos a ver, querido monopolio, ¿cómo nos van a cobrar a los usuarios un reenganche de un desenganche que ni hemos pedido, ni hemos contratado? Porque digo yo que porque a ustedes les salga del flujo de electrones cambiar los contadores, como les podría dar por cambiar esas divertidas torretas eléctricas de colorines con las que generosamente nos han adornado las autopistas para mejorar nuestra imagen turística, ¿a mi que me cuentan? Eso del derecho de enganche, que debe ser un asunto más complejo que el derecho romano, es un devengo que se produce cuando un usuario se da de alta en la red por primera vez o lo vuelve a hacer después de que le hayan cortado la luz por impago. ¿Pero cómo le pueden cobrar enganche a un consumidor que no se ha desenganchado, que está al corriente de sus pagos y que tiene un contrato vigente con ustedes para el suministro en unas condiciones pactadas?     
Es que si tenemos en cuenta que tienen ustedes, un suponer, 600.000 usuarios en Canarias, a casi diez euros por barba, se van a embolsar así como quien no quiere la cosa unos seis millones de euros, que hay meses que no los gana uno, créanme, aunque sea expresidente de Gobierno y además de llevarse 80.000 del ala al año limpios de polvo (aunque no me consta que de paja) cobren por hacer de lobby para algunas de las grandes empresas españolas.   
Lo que ya me descalabra completamente es que añadan -supongo que intentando convertir la carta en un relato kafkiano- que el coste mensual del alquiler del contador a aplicar (un lapsus sintáctico porque en todo caso querrán decir ustedes ·el costo mensual a aplicar del alquiler del contador...·) será de 0,81 euros. A veeeeerrr. Si el contador es mío ¿me van a pagar ustedes 0,81 euros mensuales? ¿O será que realmente el contador es de quien es -es decir, de ustedes- y amablemente me comunican que me van a cobrar esa módica cantidad mensual?. Y si es de ustedes, ¿por qué principian hablando de “mi” contador?  
Queridos amigos del monopolio. No se líen. El contador es de ustedes. Lo era antes y lo es ahora. Por eso me cobraban antes el alquiler y me lo van a cobrar ahora. Y lo cambian ustedes por imperativo legal, con lo que esa pretensión de cobrarles diez euros a los usuarios me parece sencillamente que es sacar las patas del tiesto y echarle un poco de morro al asunto. Sobre todo porque lo que realmente se callan en su amable carta -en las cartas, como en la vida, es más importante lo que se calla que lo que se cuenta- es que el nuevo contador tecnológicamente avanzado que nos están cascando por decisión unilateral les va a permitir a sus señorías detectar a aquellos usuarios -viviendas, oficinas, bares, restaurantes y otros- que están consumiendo ligeramente por encima de la potencia contratada. O dicho de otra manera, que aquellos consumidores que tienen con ustedes un contrato de potencia de 5 kw y resulta que de media están consumiendo un poco por encima -que como bien saben son un porrón- van a tener que pagarles esa energía extra con un sustancioso recargo y, de propina, estarán obligados a realizar un nuevo contrato de mayor potencia. Es decir, que con esos nuevos contadores van a detectar ustedes los pequeños sobreconsumos que ahora se les escapan, van a cobrarlos con banderillas y van a hacer el negocio redondo aumentando el rango de potencia de los contratos. Ustedes lo saben. Yo lo sé. Los usuarios no lo sabían.   
Resulta descorazonador que mientras hacen ustedes todo esto, la gente que se supone que representa los intereses de los ciudadanos sigan discutiendo del sexo de los galgos y los podencos. Si esto fuera un libre mercado, allá penas porque estarían ejerciendo con toda legitimidad sus derechos como empresa y los usuarios estarían en condiciones de elegir. Como resulta que tienen ustedes el monopolio real de la distribución no estamos hablando de un mercado libre y las reglas del juego deben ser distintas. Desde luego no deberían pasar porque ustedes hagan lo que les salga del forro de los cajones de los electrones y a los usuarios, forzosos, no les quede otra que tragar.
Les agradezco su amable y distorsionada información en torno a sus planes para apretarnos un poco más los bolsillos, les recomiendo encarecidamente que su grupo de producción compre energías renovables de los nuevos parques eólicos del Cabildo de Tenerife (y de paso quesos, vino, yogures, piensos, vacas... o jugarse incluso unas perritas en los casinos de la casa) y les aseguro que como se les ocurra cobrarme diez euros por un reenganche que no he pedido, pienso acudir a la Organización de Consumidores y Usuarios para que no me hagan ni puñetero caso, perder el tiempo, frustrarme y pensar una vez más que estamos indefensos ante los monopolios, los mercados intervenidos y los ineptos que se suponen que tienen que defendernos. 
Reciban un cordial saludo. 
III. (y una objeción desesperada)
PD. El número de información al que me indican en la carta que debo llamar (el 902 509 600 de Atención al Cliente de Endesa Distribución Eléctrica) es un call center -como dicen los modernos- que está en Madrid (me gustaría que creen puestos de trabajo donde yo pago, no sé si me entienden). Te atiende primero un sistema robotizado y luego una amable persona que solo acierta a repetir el manual de la compañía que viene a ser: “Le entendemos, pero le vamos a cobrar. Esto es lo que hay”. Ah. Y el número es de tarificación especial, de pago, con lo cual además de esperar, preguntar y no tener respuesta, también terminamos pagando. Por cierto, por mucho que me he leído las disposiciones legales que citan en su carta -y otras- sobre el cambio en los equipos de medidas básicos, por ninguna parte he visto otra interpretación que la de que son ustedes los que deben instalarlos y pagar el coste de la instalación
QUE EMPICE A CIRCULAR AHORA, NO ESPERAR HASTA FEBRERO....(Y apuntar en vuestras agendas en el día del consumidor)
 QUE NO SE TE OLVIDE
Este puede ser el comienzo, así lo he recibido y así os lo mando.
VAMOS A PASAR DEL CABREO A LOS HECHOS.

APAGÓN GENERAL DÍA 15 DE FEBRERO


El DÍA 15 DE FEBRERO DÍA DEL CONSUMIDOR, apagón general de electricidad en los hogares españoles a las 22 horas en señal de protesta por la subida abusiva que ENDESA, IBERDROLA y FENOSA han llevado a cabo en sus tarifas eléctricas.

La única forma que tenemos de luchar los consumidores contra estas practicas abusivas, es con medidas como esta por eso os convocamos a seguir esta iniciativa Que comenzara a las 22 horas y durara mínimo 5 minutos.
CON SOLO 5 MINUTOS HAREMOS UN HUECO EN SUS ARCAS, QUE SE ACORDARÁN DE TODOS A LOS QUE ESTÁN ROBANDO.!!!

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OS ROGAMOS QUE LO HAGÁIS PASAR AL MAYOR NUMERO DE CORREOS ELECTRÓNICOS!!!!!......

31 de enero de 2011

Exámenes o ¿dónde dejé mi cabeza?

   Bueno, ha llegado el día. Comienzan los exámenes en la UNED. Tras x meses de estudio (no voy a decir que, en mi caso, x < 1, aunque sea verdad, que queda mal), nos acercamos a nuestro centro asociado a vaciar nuestra neurona. Dos horitas que, como dije alguna vez, son el glorioso momento de la venganza, el momento cuando nos podemos desquitar de lo leído y dar rienda suelta a nuestra imaginación. De verdad, me encanta hacer exámenes. Tal vez por eso me pasó lo que voy a relatar.
    Anoche me acosté temprano, estaba cansada, así que a las doce estaba en la cama. A las siete sonó el despertador, al que apagué con la promesa de "cinco minutitos más" que, por supuesto, fueron 40. Hala, a correr. Ni desayuno ni nada, no había tiempo. El examen era a las 9, pero con el maravilloso cambio de centro asociado, ahora el atasco estaba asegurado. A Las Rozas tardaba unos 25 minutos en llegar. A Las Tablas, en plena hora punta, prometía ser una odisea.
    Cogí los apuntes, me armé de paciencia, puse Vetusta Morla y me encomendé a la suerte. Y la suerte me envió 4 hermosos atascos que convirtieron el trayecto de 40 minutos en uno de 75. Teniendo en cuenta que había salido de casa a las ocho menos cinco, sí, llegué tarde al examen. Pero da igual, hay media hora de cortesía, así que, entré. Le doy mi carnet al de la entrada: "no tiene ningún examen en esta convocatoria". ¿Ninguno? ¡Pero si tengo para elegir entre tres hoy! Nos sentamos, revisamos el calendario y, efectivamente, tengo para elegir entre tres: organización de proyectos a las 11.30 (que es el que venía a hacer a las 9) y física y estadística a las 16 (estos los hago en otra semana).
    Por tanto, mis ganas de hacer los exámenes eran tales que llegué, atascos mediante, dos horas y media antes.

17 de enero de 2011

Al este y al oeste

http://cosodeilustradores.blogspot.com/
   Hace unos días me desperté pensando en la canción esa de "Al este y al oeste, llueve y lloverá, una flor y otra flor celeste, del jacarandá". Tooooooooodo el día con la cancioncita resonando en la cabeza "se ríen las ardillas, jajarajajá".
   A lo mejor era por la lluvia. Llevaba unos cuantos días lloviendo y ese día, aunque amaneció despejado, volvía a llover.
   A lo mejor era porque, con tanto reyes y tanta ilusión infantil, vuelvo yo también a mi infancia.
   A lo mejor es porque el jacarandá es un árbol que me gusta mucho, pero que hace tiempo que no veo.
   A lo mejor era porque simplemente me gusta la canción (que también es verdad) y me dio por ahí.
   Y, a lo mejor, fue por eso que no dudé lo que había pasado cuando leí el twitt de alguien que decía "Manuelita se hizo a la mar". No me acuerdo quién fue, pero sí recuerdo que no es alguien a quien tenga identificado con Argentina. Es decir, no había muchas razones para asociar a Manuelita con ESA Manuelita que vivía en Pehuajó. 
   Como digo, sin embargo, no había lugar a dudas. Google me confirmó que el nudo en la garganta me iba a durar unas cuantas horas, porque sí, ESA Manuelita era la que se había hecho a la mar. 
   Estoy lejos, en España. No conozco de nada a María Elena Walsh. Pero, sin embargo, sentí una gran tristeza al leer el titular. En ese momento no pude leer nada más que el titular. Estaba en la oficina y sentía que los ojos se me llenaban de lágrimas. No sabía ni que estaba enferma, ni que tenía 80 años, ni que vivía con una fotógrafa. Lo único que sabía (que sé) de ella es que crecí con sus canciones, que las representábamos en el cole en las obras de fin de año, que nos trataba a los niños con un respeto y una naturalidad inmensos. Porque ella era inmensa y creo que lo seguirá siendo en la historia y en los corazones de los que fuimos niños en los 70's, 80's y 90's...

5 de enero de 2011

#amigoinvisible

   Ay, ¡qué ilusión! Ya, ya lo sé, a veces soy peor que una cría, pero es que a mí me gusta hacer "amigos invisibles". Me acuerdo que en Argentina lo hacíamos bastante, y nos intercambiábamos los regalos durante el día del amigo (el 20 de julio, según pone Wikipedia, aunque a mí me sonaba que era el 20 de junio). 
   La cosa es que hace mucho que no participo en un amigo invisible (desde que lo hicimos con los ANG en Málaga), y ahora, que estoy tan enganchá a internet, estamos haciendo uno 2.0. @cucodevenegas hizo una aplicación que realizaba el sorteo, @angelfmarin no juega, pero fue quien nos dijo a cada uno quién le tocó. El resto de participantes somos @molcru, @javier_hdez, @BelBelart, @solportero, @iperezbaroja, @dariorts y yo.
   La consigna es fácil. Preparar algo (handmade, no vale comprar) para una de esas personas (aaaaaaains, ¿a quién le habré tocado???) y entregarlo el sábado 29 de enero. Aún no decidimos si será virtual o en persona (los de Madrid lo tenemos más fácil, pero los de fuera, como que no), pero va a estar divertido igual. 
   A mí me tocó uno de esos que están ahí escritos, y aún no sé muy bien qué voy a hacer (mentira, lo tengo claro clarísimo, pero digo esto pa despistar).
   Bueno, si alguno quiere aprovechar este post para dejarle un mensaje a su amigo invisible, ¡adelante!, que se pueden dejar mensajes anónimos.