Hoy casi me pongo a llorar cuando abrí mi correo y vi que Mariana (mi cuñada) me había mandado estas fotos que pongo a continuación. Son de cuando era chica y tan de mi casa que me transportó muy lejos, tanto en kilómetros como en años.
Esta primera es en Témperley, en una de las reposeras amarillas que usábamos todo el verano. Se ve también el tobogán y el tronco del tilo que, indefictiblemente cada año, nos llenaba la piscina de abejas y el aire de ese aroma tan característico. No sé que edad tengo en esta foto, pero se me nota chica y sin preocupaciones, ¿eh? ¿En qué estaría pensando?
En esta sí que sé que edad tengo: 7 años. Pablo, por tanto, tiene 3. ¡¡¡Qué bebitos!!! Bueno, ahora que miro bien la foto, es imposible que Pablo tenga 3 años ahí... Yo siempre creí que había ido a Jujuy cuando tenía 7 años, pero o bien ese es otro viaje o fue más tarde de 1987. Ese de ahí atrás es el Renault 12 con el que nos fuimos a Jujuy. ¡¡¡Son más de 1.600 kilómetros!!! Bueno, sea o no sea esta foto del viaje a Jujuy, sé que hicimos un viaje en coche a Jujuy, que vimos vicuñas paradas en mitad del camino, que fue entonces cuando Pablo contestó, al ser preguntado por lo que más le había gustado de todo el viaje, su "los chicitos (Doritos)" que aún hoy nos hace reír, que en una parte del camino, subiendo la montaña, mi papá dejó de acelerar y, en una pendiente cuesta arriba, el coche seguía subiendo solo (efecto óptico, por supuesto, la carretera no estaba cuesta arriba, pero en ese entonces pareció magia)...
Esta tercera foto es muy muy muy de infancia. Falta Pablo ahí. Pero están Esteban y Clarita (mis vecinos) en el patio amarillo. El patio amarillo era la parte trasera de nuestra casa, donde después construimos el galpón para meter mil y una cosas. El patio amarillo era territorio de Colita, donde paría a sus cachorros, donde los criaba y donde los escondía. Pero también, por lo menos en ese momento, era territorio de los cachorros de Mónica, José María, Carlos y Diana. La bici, los patines, la pelota deshinchada, el cochecito de juguete, el cochecito de Clari, el caballito que está sobre el macetero...
Acá sí que sí! Tengo 3 años, estoy en Mar del Plata. No sabría asegurar si fue antes o después de que me perdiera. Parece que ya de chica era loca e independiente, y me fui a caminar sola por la playa. Por Mar del Plata, una de las playas más atestadas de toda la costa atlántica! Y claro, pasó lo que tenía que pasar, que me perdí. Bueno, mis papás se perdieron, que yo sabía donde estaba! En esta foto no reflejo ni que me había perdido ni que me estaba por perder. Sólo reflejo que era una nena traviesa, con las rodillas golpeadas y disfrutando del mar.
Y acá lo que se demuestra es que la pasión por el baile me viene de chica!!! Veo esta foto y recuerdo otra que tenía, con el mismo vestido, en el mismo momento, besando a un nene de mi edad. Jajajajajaajaa, ya apuntaba maneras!
Esta es de anuncio publicitario, no digan que no... Que pelirroja que salgo en esta foto. Y el pelo, como siempre, un desastre!
1 comentario:
muy bonitas fotos te felicito por tu sencibilidad bien dicen que el recordar es vivir nohemi de mexico
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