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Ahora mismo, Guadarrama, Madrid, Spain

28 de mayo de 2008

Propaganda de Endesa

Si, ya lo sé, es más mentira que las que decía Pinocho, pero me encanta esta propaganda. Esta y la de Repsol. Les dejo las dos, para que miren por ustedes mismos. En la de Endesa me encanta la nena que le dice a sus papás "Vosotros". Y el nene que dice "no me lo creo". Me gusta, vamos.


27 de mayo de 2008

México!

Eso, que nos vamos a Rivera Maya con el Gadi, del 29 de junio al 6 de julio. Vamos a pasar su cumple allá!!!
Todavía estoy que no me lo creo. Mejor no me lo creeré hasta que no estemos en el avión, que ya sabemos como son los viajes charter...

11 de mayo de 2008

La buena acción del día (o la mala del año, según quien mire)

Esta mañana, cuando saqué a pasear a Stan, íbamos caminando por el camino de tierra por el que solemos ir, cuando Stan medio empezó a perseguir a un animal que estaba oculto entre la hierba. Pensé que sería una rata, o un pájaro, pero cuando pasé por ahí, unos ojazos azules me miraban desde una carita de gatita preciosa. No había visto nunca gatos por ahí, no sabía si estaban abandonadas (eran tres nenas) o si la madre andaría por ahí cerca. La cosa es que una de las gatas empezó a seguir a Stan. Yo iba con mi libro de Medio urbano, porque en época de exámenes hay que aprovechar todos los momentos para estudiar, pero esta vez lo usé para sentarme encima. Como estos últimos días estuvo lloviendo mucho, estaba todo embarrado, así que puse el libro en el suelo y me puse a jugar con la gatita. Stan no quería saber nada, estaba enojadísimo, indignado!, pero la loca se me trepaba por todas partes, mientras sus hermanas decían "miau, miauuuu". Total, que estuve como 20 minutos ahí, y de la madre, ni noticias. Así que, até a Stan para poder tener las dos manos libres, me doblé la sudadera (buzo), así, como haciendo una bolsa, y metí las tres gatas adentro, agarré a Stan, el libro y a duras penas, pude llegar a casa. Las guachas se me trepaban por todas partes, por los brazos, por los hombros, por la nuca... Yo tenía miedo que se me cayeran, pero al final, logré tocar el timbre para darle la (desagradable) sorpresa a mi papá y a Cacatúa (increíblemente, yo creí que se iba a alegrar de tener tres bebés!!!), mientras mi mamá les puso leche tibia en un cuenco y las dejamos en el lavadero, con papel de diario, mientras desayunábamos.
Cuando llevé a Cacatúa al lavadero para que viera a las cachorras (una blanca con manchitas naranjas y ojos azules, otras dos súper parecidas, negritas con pelitos naranjas y blancos, una con ojos azules y la otra, verdes), se quedó parada en el lugar, mirando, y después empezó a retroceder, caminando hacia atrás! y se fue, toda ofendida, a dormir a la cama de mi mamá.
Mientras desayunábamos, las nenas investigaron todo el lavadero. Se metían por detrás de la lavadora (lavarropas), se trepaban a la tabla de planchar... O sea, en confianza total ya las pibas.
Pero, claro, a mí me carcomía la duda, a ver si la madre las estaba buscando, y yo las había secuestrado! Total, que desayuné de prisa y corriendo y le dije a mi mamá que me acompañara al lugar donde las había encontrado, a ver si estaba la madre. Así que, otra vez para allá que nos fuimos las cinco.
De la madre, ni rastro. La posibilidad de traérnoslas a casa iba creciendo por momentos. Las otras, ajenas a todo el lío que habían armado, saltaban de roca en roca, se trepaban por nuestros pantalones, se dormían en nuestros hombros... Una hasta se me metió por adentro de la camiseta (remera)!!! Jajajajaja.
Pasadas unas dos horas, decidimos volver. Nos encontramos con un tipo que venía con un perro y nos dijo que hacíamos bien en llevárnoslas, porque si las agarraba un perro las podía matar. Nos quedamos un rato de charla, hasta que llegó otro hombre. No sé como se llama, pero lo conocemos de verlo todos los días cuando paseamos a Stan. Es un hombre del campo (muy cerca de donde él tiene las vacas fue donde encontré a las gatas), que vive cerca de la casa de la cultura de Guadarrama. Fue ver a las gatas y ofrecerse a quedarse con una o dos. Mi mamá y yo estábamos contentas (bueno, yo tenía la esperanza de quedármelas, son tan lindas!!!). Entró en su casa a buscar algo donde poder llevar las gatas, y cuando salió dijo que si queríamos, se quedaba con las tres, que él tenía mucho terreno y que le encantaban los animales. Así que, se quedó con las tres nenas y volvimos parte del camino hablando de libros, de lo mal que está el mundo, con tanta violencia y tal, y de lo cariñosos que son los animales.
Total, que tres horas después de encontrar a las gatas, les encontramos una casa. El más contento, mi papá, que ya se veía con cuatro gatas en casa. Yo, contenta en parte, porque las gatas habían encontrado casa, pero un poco triste de que no fuera la mia.
Al rato de estar en casa, empezó a diluviar, así que creo que las gatas tuvieron un montón de suerte de como fue la mañana.

7 de mayo de 2008

Mi cumple

Es más fuerte que yo, no puedo seguir estudiando. Estoy harta de la ganadería bovina, de la industria y de lo demás. Por no hablar de la termodinámica y todo eso, así que, mejor voy a hacer algo que tendría que haber hecho hace mucho: contarles que tal fue el día de mi cumple!!!
Como todas las mañanas, me vino a despertar Stan para que lo baje a mear. Así que, sobre las ocho y media, pa'bajo con el niño. Mi mamá estaba en la computadora y cuando me vio la muy guarra no me dijo ni feliz cumpleaños ni nada, se me quedó mirando como quien ve a un muerto. Vaya comienzo de cumple...
Paseamos todo lo que Stan quiso (bueno, si por él fuera, viviría en la calle) y cuando subí me encontré una bandeja de madera sobre la mesa, con un zumo de naranja, una napolitana, alfajores de maizena, un tecito y una planta. Y el libro de Harry Potter que había pedido, con una carta dedicatoria de mi mamá preciosa (la carta, no mi mamá). Saqué fotos, pero creo que se perdieron. La cuestión es que la intención de mi mamá era llevarme el desayuno a la cama, pero como Stan le ganó de mano a la hora de despertarme, pues tuvo que cambiar un poco los planes.
El día transcurrió de manera normal, nos fuimos a pasear a El Escorial y llegó la hora de hacer los ñoquis... Mi mamá estaba cagada, porque tenía miedo de que le salieran mal y nos quedáramos todos sin comer. Por la noche, llegaron Carmen, Carlos y Mireia y nos dispusimos a evaluar a mi santa madre... Debo decir que aprobó con éxito. Carlos hasta repitió ñoquis! Claro que antes puso cosas para picar, pero hasta sobraron ñoquis!
Y así, amenamente, llegaron las dos de la mañana hablando de física cuántica. Exacto, de física en el día de mi cumple. Esta gente no me quiere nada.
Al fin de semana siguiente llegó Ale, ya para quedarse en España (¿o no?), y me trajo el último de los regalos por mi cumple. No, miento, el último me lo dieron este fin de semana mis cuñados.
Y ese es el relato de mi cumple. Un día normalito, ¡¡¡pero con muchos ñoquis!!!

5 de mayo de 2008

El Guernica

¡¡¡Terminé el puzzle!!! 3000 fichitas que están al fin en el lugar que les corresponde. Ya subiré alguna foto, es enorme y muy difícil!
Al fin terminé el gran puzzle.